Educación ambiental 

Educación ambiental 

Uno de los grandes compromisos que tenemos como sociedad, es transformar nuestra manera de relacionarnos con la naturaleza.  Nuestras prácticas de consumo desmedido han generado un desequilibrio ambiental entre la regeneración y recuperación de los ecosistemas. Por ello es necesario incorporar y adoptar medidas para el manejo sustentable del ambiente. La educación ambiental es un pilar imprescindible para lograrlo.

 La importancia de la educación ambiental

La educación ambiental está destinada a la formación de una ciudadanía que forme valores, aclare conceptos, sea consciente de la complejidad de la naturaleza y desarrolle las habilidades y actitudes (preventivas y resolutivas) necesarias para una convivencia armónica entre los seres humanos, su cultura y su medio ambiente.

 

En el año 1975 se llevó acabo el Seminario Internacional de Educación Ambiental en Belgrado, con el fin de fomentar la inclusión de la perspectiva ambiental en la acción educativa. De ese seminario surgió La Carta de Belgrado, donde se definen metas, objetivos y principios de la educación ambiental.

 Los objetivos planteados son :

  • Conciencia y sensibilidad ante el medio ambiente y sus desafíos.
  • Conocimiento y comprensión de los problemas del medio ambiente y de la presencia y función de la humanidad en él.
  • Actitudes de genuino interés por el medio ambiente y de motivación en participar activamente en las soluciones.
  • Habilidades para identificar y contribuir a resolver los problemas ambientales.
  • Participación activa en la búsqueda de soluciones.

 

La educación ambiental no defiende opiniones ni procedimientos particulares. En cambio, les enseña a los individuos a sopesar los distintos lados de una problemática mediante el pensamiento crítico, y estimula sus propias habilidades para resolver problemas y tomar decisiones.

 

Aún queda mucho por resolver, generar acciones y exigir soluciones, por lo tanto, la educación ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto del proceso educativo, debe convertirse en una base para elaborar un nuevo estilo de vida.

Ecoturismo: un eje en la educación ambiental.

El ecoturismo actúa como una herramienta pedagógica, es un instrumento adecuado de educación ambiental y de educación sobre el ocio sostenible y responsable con respecto al medio ambiente. Nos brinda la opción de disfrutar a la par de respetar, conocer y conectarnos de forma mas consciente con nuestro entorno. 

La Sociedad Internacional de Ecoturismo (TIES) lo define como “el viaje responsable a espacios naturales que implica la conservación del medio ambiente y la mejora del bienestar de la población local”. La educación debe incluir tanto al personal como a los invitados.

Principios del Ecoturismo

El ecoturismo se trata de unir la conservación, las comunidades y los viajes sostenibles. Esto significa que quienes implementan, participan y comercializan actividades ecoturísticas deben adoptar los siguientes principios ecoturísticos:

  • Minimizar los impactos físicos, sociales, conductuales y psicológicos.
  • Generar conciencia y respeto ambiental y cultural.
  • Proporcionar experiencias positivas tanto para los visitantes como para los anfitriones.
  • Proporcionar beneficios financieros directos para la conservación.
  • Generar beneficios económicos tanto para la población local como para la industria privada.
  • Brindar experiencias interpretativas memorables a los visitantes que ayuden a aumentar la sensibilidad hacia los climas políticos, ambientales y sociales de los países anfitriones.
  • Diseñar, construir y operar instalaciones de bajo impacto.
  • Reconocer los derechos y creencias espirituales de los Pueblos Indígenas en su comunidad y trabajar en sociedad con ellos para crear empoderamiento.

Sustentabilidad: la nueva normalidad.

El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó: “La sostenibilidad no debe ser ya un nicho del turismo, sino que debe ser la nueva norma en todos y cada uno de los segmentos del sector. Es uno de los elementos centrales de nuestras Directrices globales para reiniciar el turismo. Está en nuestras manos transformar el turismo y que la superación de la pandemia se convierta en un punto de inflexión para la sostenibilidad”.

En 2019, México ocupó el puesto 108 en sostenibilidad turística, a pesar de ser el quinto país más megadiverso, el segundo en uso efectivo de los recursos naturales y con una gran riqueza cultural.

Derivado de lo anterior, los destinos turísticos en México presentan grandes retos en materia de sostenibilidad, por esta razón, en el 2020 se presentó la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, compuesta con 17 objetivos que sirven de guía para transformar el sector turismo post COVID-19. 

En esta agenda el término  “turismo sostenible” engloba: ecoturismo, turismo de naturaleza, indígena, regenerativo, rural, comunitario, biocultural, gastronómico, agroturismo, de aventura, de sol y playa responsable y de baja escala, entre otros.

Dentro de los objetivos se establece que, al ser el sector turístico un gran generador de empleos y divisas que no debe poner en riesgo su desarrollo, se deberá fomentar la sostenibilidad del país, respetando los recursos naturales y culturales, y la planeación territorial, generando mayores consideraciones hacia los ecosistemas y mejores medidas contra el cambio climático.

De acuerdo a este objetivo, a todas las personas involucradas en la toma de decisiones respecto a la actividad turística -pueblos indígenas y comunidades locales, gobierno federal, estatal y municipal, empresarios, investigadores, académicos e incluso a los propios turistas-, les corresponde construir el proceso transformador para dejar en el pasado el modelo de crecimiento turístico depredador, inequitativo y sin justicia social.

“Esta crisis será recordada, por mucho tiempo, por el duro golpe que le dio a nuestra economía y, sobre todo, al turismo. Sin embargo, este periodo podría convertirse en una oportunidad de cambio para transformar el tipo de turismo que se brinda en México y crear el turismo que soñamos: con un enfoque saludable, socialmente inclusivo, económicamente justo, con pertenencia intelectual y sobre todo, con respeto hacia la naturaleza.”