Día internacional de la Madre Tierra

Los pueblos originarios de América han mostrado a la Madre Tierra como una entidad viviente, que se mueve, siente y resiente. Es la Madre Tierra la que brinda agua y provee la tierra para la agricultura y con ello la producción de alimentos que permite el sustento.

 

Esta conceptualización de nuestro entorno es tan real que ha sido incluida en el seno de las Naciones Unidas, a través de la Resolución 63/278 de la Asamblea General, reconociendo a la Madre Tierra como “una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos”.

 

El Día de la Madre Tierra no debería limitarse a un solo día y por el contrario debería generar un compromiso ambiental en cada uno de nosotros para toda nuestra vida, ya que a lo largo de esta nosotros seremos los responsables directos con cada una de nuestras acciones para mejorar las condiciones ambientales o por el contrario aumentar los impactos negativos.

 

Una acción muy difundida y sencilla en relación al cuidado ambiental es plantar un árbol. No se trata solo de plantarlo en el suelo y dejarlo para que crezca, sino que requiere compromiso y cuidado. De igual manera todas las acciones a favor de nuestro planeta deben ser constantes y sostenibles para obtener resultados favorables. Es decir que nuestra responsabilidad para con el planeta va más allá de solo nuestra voluntad. Involucra actuar constante y concretamente con pequeñas o grandes acciones que irán sumando a poder alcanzar un desarrollo sostenible.