3 de Marzo: Día Mundial de la Vida Silvestre
Al hablar de vida silvestre nos referimos a todas aquellas especies que componen la riqueza de los ecosistemas y que forman parte del patrimonio natural de cada región y del planeta en su conjunto. Son aquellas especies que se desarrollan libremente en su hábitat en condiciones naturales, y que no tienen influencia, ayuda directa o algún tipo de domesticación por parte del ser humano.
El Día Mundial de la Vida Silvestre nos brinda la oportunidad de celebrar su belleza y basta variedad, así como de crear conciencia de su valor intrínseco, el cómo contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del bienestar humano y el desarrollo sostenible.
Este año, se celebra bajo el tema: “Recuperar a las especies, clave para la restauración de ecosistemas” con el fin de crear conciencia sobre el estado de las especies vida silvestre en peligro y en peligro crítico y resaltar el poder de los esfuerzos de conservación que están en marcha para alterar su destino.
Según la última actualización de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, más de 38.500 especies están en peligro de extinción, los anfibios, los tiburones y las rayas se cuentan entre los más afectados. Las principales causas de la pérdida de biodiversidad son la apropiación y destrucción de los hábitats para dedicarlos a la agricultura y la ganadería, la cacería furtiva, el tráfico ilegal, la introducción de especies invasoras y la contaminación.
México es uno de los países con mayor diversidad biológica en el mundo, ocupando el cuarto lugar mundial en biodiversidad. De acuerdo con la información de la Comisión Nacional para la Biodiversidad (CONABIO), en México hay 911 especies amenazadas y 535 especies en peligro de extinción; entre estas especies se encuentra la vaquita marina y el ajolote.
Pandemias: consecuencia de la pérdida de la biodiversidad.
Cada vez hay más evidencia de que la sobreexplotación humana de la naturaleza es uno de los factores responsables por la propagación de nuevas enfermedades.
La palabra zoonosis describe cualquier enfermedad o infección transmitida a seres humanos por otros animales. Las enfermedades zoonóticas incluyen un grupo diverso de infecciones que pueden ser causadas por virus, bacterias, hongos u otros organismos o agentes proteicos anormales.
El tráfico ilegal de vida silvestre no sólo constituye una causa primaria de la pérdida de la biodiversidad, también podría ser un mecanismo importante de
propagación de zoonosis.
Entre todas las enfermedades emergentes, las zoonosis que se originan en formas de vida silvestres representan una de las amenazas más significativas a la salud de la población mundial. Cada año, causan alrededor de 1.000 millones de casos de enfermedad y millones de muertes, acarreando consecuencias humanas incalculables. Todo ello causado por el creciente impacto del ser humano sobre la naturaleza, que permite la propagación general de enfermedades emergentes y de otras enfermedades que se creía tener bajo control.
Es nuestra responsabilidad garantizar la conservación y el mejoramiento de la vida silvestre, no sólo por la manera en que nos afecta de forma directa, sino por el valor intrínseco de todas las formas de vida. Dejar de lado la concepción antropocéntrica que concibe al hombre como el centro del universo, y transitar a la visión biocéntrica, que considera a la especie humana como un miembro más de la comunidad biosférica, y no como un ser superior a las demás especies.